sábado, 26 de abril de 2014

La primavera...

¡Muy buenos días a todos!

Si creíais que me cansé de escribir aquí o que me olvidé de esto...nada más lejos de la realidad pero eso sí, necesitaba un descanso por agotamiento físico y metal. Lo importante es que ya estoy de vuelta.

Es época de primavera, sí. La primavera es la estación de transición entre el invierno y el verano. También es época en que terminan los fríos y comienzan los calores. Si bien se encuentra socialmente aceptado que la primavera acarrea el amor, la regla de la relación primavera/amor no puede ser aplicada en todas las personas por igual.


Por hoy os dejo con este cuento al que se le puede sacar mucho partido:

"David entró en casa del Maestro agobiado, con la respiración entrecortada...
- Maestro, hay una mujer que me vuelve loco

- No, te vuelves loco tú por algo que hace. ¿Qué es lo que hace?

- Bueno...por una parte dice que está interesada en mí y por otra me cambia la cita a última hora, siempre está ocupada,...¡lleva haciéndolo siete días seguidos!. Y yo me siento tonto, porque sigo queriendo verla aún así y eso todavía hace que me sienta peor conmigo mismo...

- Las mujeres en esto son más complejas que nosotros pero eso no debe ser un obstáculo para tomar las decisiones más convenientes. No te puedes poner dentro de su cabeza, incluso sería más peligroso: hay alguno que adopta esa postura, le comprende y adopta una falsa comprensión hacia ella permiténdole el convertirle en su marioneta.

- ¿Y qué puedo hacer?

- Está mal enfocada la pregunta. Bien hecha sería, ¿quién quieres ser en esa situación a partir de ahora?

- Pues una persona sosegada, íntegra, segura, que se respeta y respeta a los demás y sobre todo, que no depende del caso que le haga una persona que le gusta para crecerse o derrumbarse hasta perder los papeles

- Vamos bien, ¿qué haría una persona así en una situación como la tuya?

- Pues...lo primero dejar de sentirme mareado y aceptar que no nos vemos...Pensar así me aporta sosiego aunque me sigue dando rabia...

- La rabia nos viene cuando queremos que la otra persona actúe como nos gustaría y cuando no es así, aparece. Si aceptamos que los demás pueden actuar de cualquier forma, la rabia empezará a disminuir y se reemplazará por un sentimiento de paz.

- Pero Maestro, me dice que quiere verme y actúa de forma diferente, ¡me miente!.

- Así somos las personas, así que escucha sus actos. ¿Cuántos hay que se despiden de sus parejas para ir a trabajar con un "te quiero, que tengas un buen día" y al girar la esquina se whatsappean con una  tercera persona?

- O sea, que he de aprender a escuchar sus actos y a respetar que actúe como crea conveniente.

- ¿Cuándo eso ocurra, cómo te sentirás?

- En paz, sin decirme a mí mismo cosas como "ya me miente otra vez" ni tontérías así y decirle que si encuentra ese hueco para vernos, será fantástico.

- ¿Para ser su marioneta de nuevo?

- ¡No, Maestro!, Para una vez llegue ese momento decirle que me ha gustado conocerla y que tiene cualidades muy buenas...

- ¡Muy bien, eso es respetarle!

- Y para seguir comentándole que prefiero que siga su camino, que yo prefiero conocer a alguien que esté dispuesta a vernos de forma más seguida y demuestre más interés por mí.

- ¡Eso es respetarte! Si actúas así eres íntegro y seguro. Estás evolucionando como persona.

- No entiendo...me veo nuevamente sólo y cerrando otra puerta.

- Acabas de abrir la puerta de tu corazón, te acabas de dar cuenta de que tu felicidad no depende de otra persona por mucho que te guste. Esa es tu evolución.

- Maestro, tengo ganas de llorar

- Hazlo, y luego ve a celebrarlo"


Hasta muy pronto


Si os ha gustado o tenéis alguna duda, podéis realizar comentarios sobre ello. ¡Comparte!
La campana ya ha sonado síguenos en:
-Blog: lacampanayahasonado.blogspot.com
-Facebook: https://www.facebook.com/LaCampanaYaHaSonado




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar y dejar su comentario en el Blog.